La Guerra Rusa-Ucraniana: Un Conflicto Controlado como Preludio a una Guerra Real

La guerra entre Rusia y Ucrania ha sido presentada como un conflicto de gran magnitud, con miles de muertos y una lucha épica entre la democracia occidental y la autocracia rusa. Sin embargo, al analizar la situación desde una perspectiva geopolítica y estratégica, surgen serias dudas sobre la naturaleza real de este conflicto. A diferencia de guerras anteriores con imágenes crudas y una escalada descontrolada, esta guerra parece ser altamente mediática, calculada y limitada en su impacto directo sobre Europa. El objetivo de este artículo es analizar cómo este conflicto no es una guerra en el sentido clásico, sino más bien una puesta en escena controlada que busca sentar las bases para un conflicto mucho mayor. Europa, con su larga historia de guerras, no quiere un enfrentamiento que escape a su control, ya que esto traería el colapso sociopolítico y económico inmediato de la región. Sin embargo, la prolongación de un conflicto controlado crea las condiciones perfectas para una escalada inevitable, que podría desencadenar una guerra real con consecuencias impredecibles.

Periódico de Guinea Ecuatorial™

3/3/20255 min read

La Guerra Rusa-Ucraniana: Un Conflicto Controlado como Preludio a una Guerra Real

Introducción

La guerra entre Rusia y Ucrania ha sido presentada como un conflicto de gran magnitud, con miles de muertos y una lucha épica entre la democracia occidental y la autocracia rusa. Sin embargo, al analizar la situación desde una perspectiva geopolítica y estratégica, surgen serias dudas sobre la naturaleza real de este conflicto. A diferencia de guerras anteriores con imágenes crudas y una escalada descontrolada, esta guerra parece ser altamente mediática, calculada y limitada en su impacto directo sobre Europa.

El objetivo de este artículo es analizar cómo este conflicto no es una guerra en el sentido clásico, sino más bien una puesta en escena controlada que busca sentar las bases para un conflicto mucho mayor que en realidad, los gobiernos europeos ni desean ni pueden afrontar, sin los Estados Unidos de América, claro está. Europa, con su larga historia de guerras, no quiere ni por error un enfrentamiento que escape a su control, ya que esto traería el colapso sociopolítico y económico inmediato de la región, pues solo la ficción de bienestar social sostenido en la explotación económica de 2/3 de la humanidad que en estos momentos tampoco está por la labor de colaborar en pro de su propia autodestrucción. Sin embargo, la prolongación de un conflicto controlado crea las condiciones perfectas para una escalada inevitable, que podría desencadenar una guerra real con consecuencias impredecibles o lo que es lo mismo, la Tercera Guerra Mundial.

1. La Naturaleza Controlada del Conflicto

Las guerras modernas han evolucionado de combates directos a guerras de información, propaganda y control narrativo. Si bien en conflictos anteriores como la Primera y Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Vietnam, Irak o Afganistán vimos imágenes directas del horror bélico, en la guerra de Ucrania hay una sorprendente falta de imágenes de batallas decisivas o combates abiertos. En su lugar, la guerra se desarrolla principalmente a nivel mediático e institucional.

Algunos elementos que sugieren que este conflicto está siendo altamente gestionado incluyen:

  • Restricción del flujo de información: Los medios occidentales solo muestran la versión ucraniana, mientras que los medios rusos están censurados en la mayoría de Europa.

  • Falta de evidencia visual contundente: A pesar de la era digital, hay pocas imágenes de combates intensos y batallas callejeras en comparación con conflictos pasados.

  • Un conflicto de desgaste controlado: Rusia no ha utilizado toda su capacidad militar, y Occidente sigue suministrando armas sin que esto cambie radicalmente el rumbo del conflicto.

  • Una guerra política más que militar: Las reuniones internacionales, sanciones económicas y cumbres diplomáticas parecen más importantes que la guerra en sí misma.

Todo esto sugiere que este conflicto no es una guerra total, sino un conflicto limitado diseñado para cumplir objetivos estratégicos sin desatar un caos incontrolable en Europa.

2. Europa No Quiere una Guerra Incontrolable en su Territorio

Europa ha sido el epicentro de algunas de las guerras más devastadoras de la historia. Su experiencia con la guerra le ha enseñado que una vez que un conflicto se descontrola, es casi imposible detenerlo sin consecuencias desastrosas. En este sentido, los gobiernos europeos han apostado por una "guerra limitada" en Ucrania, con apoyo financiero y militar, pero sin una intervención directa.

Las razones por las que Europa teme una guerra real incluyen:

1. Colapso Económico: La economía europea es frágil y depende del comercio y la estabilidad financiera. Una guerra total destruiría los mercados, las inversiones y causaría una recesión profunda y en definitiva,  pondría en evidencia no solo su sistema sociopolítico y económico, sino que también auparía el asentamiento de un Nuevo Orden Mundial ajeno al colonialismo, el racismo y la miseria global.

2. Desorden Social y Político: Un conflicto extendido en suelo europeo generaría pánico, protestas masivas y crisis migratorias. La gente no aceptaría fácilmente un estado de guerra y emigrarían a ´´donde sea´´, principalmente a América y Latinoamérica, Asia y África.

3. Deterioro del Orden Institucional: Los gobiernos europeos perderían legitimidad al no poder proteger a sus ciudadanos, y la confianza en las élites políticas se desplomaría.

4. Desafíos Militares: A diferencia de Rusia, que ha mantenido un aparato militar activo, los ejércitos europeos están diseñados para conflictos limitados y dependen en gran medida de Estados Unidos.

Europa quiere participar en la guerra sin que la guerra llegue a Europa lo cual es tan contradictorio como que Rusia es un país de verdad y una potencia militar desde hace varios siglos pero bien subestimado por sus vecinos que no tienen ni ejércitos. Pero al alimentar el conflicto en Ucrania, están creando las condiciones para una guerra real que eventualmente escapará de su control.

3. La Imposibilidad de Controlar una Guerra Real

A lo largo de la historia, hemos visto cómo los conflictos pueden escalar de manera impredecible. Muchas potencias han subestimado a sus enemigos, solo para encontrarse atrapadas en guerras prolongadas y costosas.

Ejemplos como:

La guerra de Corea: Donde los norcoreanos y los chinos aplicaron tácticas de guerra de guerrillas y resistieron a las potencias occidentales.

Vietnam: Un conflicto en el que el ejército más poderoso del mundo fue derrotado por una estrategia de desgaste y resistencia.

Las guerras de independencia africanas: Donde los imperios coloniales europeos fueron incapaces de sostener su dominio ante movimientos de liberación con tácticas no convencionales.

Afganistán: Un cementerio de imperios donde tanto la URSS como Estados Unidos fracasaron en imponer su control.

Si Europa y la OTAN - con o sin el ejército norteamericano - entran en una guerra abierta con Rusia, el resultado no será un conflicto breve y controlado, sino un escenario donde estrategias inesperadas, alianzas globales y actores no convencionales cambiarían el rumbo de la guerra de maneras que Occidente no podría predecir ni manejar.

4. El Conflicto Actual Como Preparación para una Guerra Mayor

Lo que estamos viendo en Ucrania no es un fin en sí mismo, sino un proceso de preparación para algo más grande. Europa y Estados Unidos están usando este conflicto para:

Reconfigurar la economía global: Aislar a Rusia, reducir la dependencia del gas ruso y fortalecer la industria militar.

Probar estrategias de guerra híbrida: Uso de sanciones económicas, guerra cibernética y operaciones psicológicas como herramientas de combate.

Identificar debilidades en la defensa rusa: Analizar la respuesta militar rusa y sus puntos vulnerables.

Justificar un mayor control sobre sus poblaciones: Crear un clima de miedo y urgencia para implementar medidas de vigilancia y restricción de libertades.

Cuando la guerra en Ucrania ya no sea suficiente para mantener el equilibrio de poder, un nuevo conflicto será necesario. Ya sea en Taiwán, en Oriente Medio, en el Golfo de Guinea o incluso en una extensión del conflicto europeo, la estructura está siendo diseñada para escalar a un enfrentamiento mayor.

Conclusión

La guerra entre Rusia y Ucrania no es una guerra tradicional, sino una guerra fabricada y gestionada para cumplir objetivos políticos y estratégicos sin desestabilizar completamente a Europa. Sin embargo, como en toda guerra, el riesgo de que se salga de control siempre está presente.

Europa quiere jugar a la guerra sin sufrir sus consecuencias, pero la historia nos muestra que las guerras no pueden ser completamente controladas.

Si este conflicto continúa escalando, las potencias occidentales se encontrarán atrapadas en un escenario que ya no podrán manejar, llevando al mundo a un punto de no retorno.

La verdadera guerra aún no ha comenzado, pero el terreno ya está siendo preparado.